sábado

Homenaje a un Loco Olvidado



en una esquina
pequeño, frio, distante.
como un puño cerrado,
sin llanto ni catarsis.


horas pasan largas,
y en medio de la nada no crece mas que maleza.


de rodillas en la tierra
pero sin oraciones a nadie.
sin palabras ni imágenes. mudo.

ojos obsesos mirando siempre sus propias manos.
descalzo, sucio, olvidado.

paredes vacías,
ni muebles ni cielo raso, ventanas sin vidrios.
madera muerta, vieja y musgosa.

morada al final y más allá de los caminos,
silencio ruinoso bajo la lluvia en ningún lado,
ausencia más allá del bosque.

pequeño, frío, distante
acorralado y ausente.
fiebre y voces entre sus sienes.
huido del mundo y de sí.


mano empuñada sin llanto ni palabras en un rincón al final de ningún lado y murmullos en su cabeza,
peregrinaje hacia la nada
olvidado de dios y de nadie
como una piedra cualquiera en el suelo.


[Fotografía: http://www.hondurasart.com/gallery/album52/aac]

jueves

se remata


casa como un cementerio
amoblada y con calefaccion
ventanas grandes desde donde se ve el mar
y por las cuales ocasionalmente entra una brisa fresca si decide abrirlas.

incluye gatos y vecinos amables,
además de habitaciones relativamente comodas.
puertas anchas por donde entran los muertos
y paredes que aislan adecuadamente sus monólogos.

la noche en el barrio es silenciosa,
de tal manera que los fantasmas susurran de forma sigilosa cuando no hay luna.

Llueve, y con frecuencia,
mas el huesped encontrará una especie de pobre gozo
al ver caer el agua del otro lado de los vidrios empañados.

El tiempo no corre ni más lento ni más rápido,
pero las tardes tristes no lo son tanto si las cortinas dejan entrar algo del sol apagado que visita nuestra ciudad.

Y aunque las horas sucesivas le sugieran lo contrario,
cada despertar le traerá la grata esperanza de volver a estar vivo alguna vez.

Platón y el Gran Año...


esperar entonces a que el reloj retome
lo que había perdido.
sin prisa, recuperando los segundos
al ritmo que los perdiera antes.
las huellas se borran sobre los pies que por vez primera antes, hasta borrar los senderos y de nuevo la pradera virgen.
la flor desde la muerte al capullo.
los años hacia atrás y con ellos las jugadas perdidas.
todas.
y desde el olvido y la costumbre y los fantasmas, la felicidad.
sí, de nuevo, la felicidad. y el agua fresca y los colores por vez primera, y el cielo, y la luz.
luz de nuevo.
retroceder el reloj hasta que nunca hayan habido lágrimas,
hasta recoger los pedazos y llenar los espacios de algo que no fuera recuerdos.
hasta la inocencia y la torpeza de nuevo.
antes del perdón. antes de su necesidad.
y las copas a llenarse y adonde debió quedarse el perfume.
hasta el principio y antes de él.
hasta que las palabras no hubieran abierto nunca las heridas.
Y alli quedarse.