miro el mundo como si fuera un teatro:
no me consta que las cosas que observo sean reales.
más allá de mis ojos, el agua cae.
empuja la tierra y se vuelve fango
y allí mis pies se hunden.
¿pero efectivamente me hundo?
dudo acerca de si la humedad que asciende por mis piernas es real.
que el frío sea efectivo.
manos, personas - vale decir máscaras -
se aproximan, se estrechan, se dirigen a mí
- algunas con particular afecto.
pero soy también máscara.
luego, si el espejo refleja nada,
y si mis ojos no representan ni penetran el mundo tal cual es
- suponiendo que sea -,
y si lo que experimento no sé si es mío o prestado.
y si la certeza primera se diluye, entonces mi teatro se desmorona
y no se si estoy ni donde.
el agua cae, con insistencia,
cuando menos para alguien aunque no sepa quien,
figuración posible mas no por ello real en un teatro imaginado...
la duda se cierra sobre sí misma...
<< Página Principal